DIEGO RIBAS, Talento e Imaginación made in Germany.
Durante los últimos días hay un nombre que está en todas las portadas de los diarios deportivos españoles e internacionales, y ese nombre no es otro que el de Diego Ribas, el buen media punta del Werder Bremen. Diego, que después de hacer un partido correcto en el Bernabeu ayudado, todo hay que decirlo, por un apático y desdibujado Fernando Gago, aparece con fuerza como posible refuerzo para el Real Madrid de cara a la próxima temporada, o inclusive para el mercado de diciembre.
Lo cierto es que Diego podía haber fichado por el Real Madrid hace ya una serie de temporadas, cuando el genial media punta deleitaba con su juego en el Santos de Vanderlei Luxemburgo, siendo el capitán y uno de los artífices, junto a Robinho, Nené, Elano, Alex, que el equipo fuese campeón de Brasil y disputase una correcta Copa Libertadores -llegó hasta los 4º de final de la competición-, pero ¿por qué Diego no firmó en aquel momento por un verdadero grande del fútbol europeo?
La respuesta quizás hay que encontrarla en el entorno del jugador. En este caso, y a diferencia de la mayoría de los jugadores brasileños, Diego procede de una familia acomodada, sin problemas económicos, y en la que la figura del padre tiene mucha importancia, no sólo en decisiones del ámbito personal, sino también de aspecto deportivo. Esta fuerte influencia del padre de Diego hizo que en muchos casos las negociaciones con equipos europeos se vieran truncadas, pues muchos equipos no estaban dispuestos a ceder ante las exigencias del “padre-agente” de Diego, ya que no hay que olvidar que en aquel momento, el jugador tenía 19 años, y que un jugador sudamericano, especialmente si es joven, necesita un periodo de aclimatación al fútbol europeo, con lo que es lógico que los equipos tomaran sus precauciones antes de realizar un desembolso entorno a los 12 millones de dólares, que era el precio que solicitaba el Santos por el traspaso del jugador. Por lo tanto, es normal que el Real Madrid o el Inter, que fueron equipos que pujaron fuerte por él, se negaran a la exigencia de que si Diego fichaba por alguno de esos equipo, era con la condición de ser titular. Evidentemente Real Madrid tenía otra idea, era la de ficharlo para cederlo a un equipo europeo, y una vez Zidane se retirase, tener al sustituto perfecto, ya aclimatado a las competiciones europeas. Pero como el padre no retiraba sus exigencias, los clubes europeos de primera fila descartaron al jugador, y con la idea clara de no volver a ver a este señor, que al final le salió mal su estrategia de negociar con clubes importantes con cierta prepotencia.
Como el tiempo pasaba y los “grandes” se olvidaron del traspaso de Diego, el padre decidió que había que cambiar de objetvio, y decidió bajar un escalón en cuanto al nivel del equipo de destino, dónde el jugador tendría la titularidad asegurada y sin necesidad de ir con esta exigencia en la negociación, pues es evidente que si un equipo medio realiza tal desembolso por un jugador, es para que sea la estrella y sea titular indiscutible.
Se habló con diversos equipos, como el Deportivo de La Coruña, equipo que lo descartó por las condiciones económicas, aunque creemos que si realmente lo descartó fue porque la secretaría técnica no conocía al jugador en aquel momento, pues en los último años el mercado sudamericano del Deportivo es el uruguayo (Munúa, Taborda, Manteca Martínez, Abreu, Pandiani, Estoyanoff),sin entender demasiado el porqué, o mejor dicho, debido a los favores y entesijos Lendoiro-Paco Casal , y lo mismo ocurrió con otros conjuntos de nivel medio europeos hasta que fichó, quizás equivocadamente, por el Oporto. Decimos equivocadamente, porque si bien el Oporto era en aquel momento campeón de Europa, era un equipo en construcción, pues se marchó José Mourinho, y con él, multitud de sus estrellas: Derlei, Carlos Alberto, Ricardo Carvalho, Paulo Ferreira, Deco, Alenitchev, Pedro Mendes…por lo tanto, entendemos que tal vez no era el mejor lugar para recalar, pues siempre es complicado jugar en un equipo totalmente nuevo, con jugadores que no se conocen, y además en una liga, que aunque no lo parezca es realmente dura en el aspecto físico. Pero esto es lo que ocurre cuando se juega con fuego y uno se va quedando sin opciones para salir de Brasil. Suponemos que Djair Ribas, padre del excelente jugador, habrá aprendido la lección y tal y como ya ha salido publicado en varios medios, renovará con el Werder. Además, nos atrevemos a pronosticar, que Diego acabará firmando por el Bayern de Munich el próximo verano, como siga con su trayectoria ascendente…a imagen y semejanza de Klose. De todos modos, vamos a ver que pasa…
Durante los últimos días hay un nombre que está en todas las portadas de los diarios deportivos españoles e internacionales, y ese nombre no es otro que el de Diego Ribas, el buen media punta del Werder Bremen. Diego, que después de hacer un partido correcto en el Bernabeu ayudado, todo hay que decirlo, por un apático y desdibujado Fernando Gago, aparece con fuerza como posible refuerzo para el Real Madrid de cara a la próxima temporada, o inclusive para el mercado de diciembre.
Lo cierto es que Diego podía haber fichado por el Real Madrid hace ya una serie de temporadas, cuando el genial media punta deleitaba con su juego en el Santos de Vanderlei Luxemburgo, siendo el capitán y uno de los artífices, junto a Robinho, Nené, Elano, Alex, que el equipo fuese campeón de Brasil y disputase una correcta Copa Libertadores -llegó hasta los 4º de final de la competición-, pero ¿por qué Diego no firmó en aquel momento por un verdadero grande del fútbol europeo?
La respuesta quizás hay que encontrarla en el entorno del jugador. En este caso, y a diferencia de la mayoría de los jugadores brasileños, Diego procede de una familia acomodada, sin problemas económicos, y en la que la figura del padre tiene mucha importancia, no sólo en decisiones del ámbito personal, sino también de aspecto deportivo. Esta fuerte influencia del padre de Diego hizo que en muchos casos las negociaciones con equipos europeos se vieran truncadas, pues muchos equipos no estaban dispuestos a ceder ante las exigencias del “padre-agente” de Diego, ya que no hay que olvidar que en aquel momento, el jugador tenía 19 años, y que un jugador sudamericano, especialmente si es joven, necesita un periodo de aclimatación al fútbol europeo, con lo que es lógico que los equipos tomaran sus precauciones antes de realizar un desembolso entorno a los 12 millones de dólares, que era el precio que solicitaba el Santos por el traspaso del jugador. Por lo tanto, es normal que el Real Madrid o el Inter, que fueron equipos que pujaron fuerte por él, se negaran a la exigencia de que si Diego fichaba por alguno de esos equipo, era con la condición de ser titular. Evidentemente Real Madrid tenía otra idea, era la de ficharlo para cederlo a un equipo europeo, y una vez Zidane se retirase, tener al sustituto perfecto, ya aclimatado a las competiciones europeas. Pero como el padre no retiraba sus exigencias, los clubes europeos de primera fila descartaron al jugador, y con la idea clara de no volver a ver a este señor, que al final le salió mal su estrategia de negociar con clubes importantes con cierta prepotencia.
Como el tiempo pasaba y los “grandes” se olvidaron del traspaso de Diego, el padre decidió que había que cambiar de objetvio, y decidió bajar un escalón en cuanto al nivel del equipo de destino, dónde el jugador tendría la titularidad asegurada y sin necesidad de ir con esta exigencia en la negociación, pues es evidente que si un equipo medio realiza tal desembolso por un jugador, es para que sea la estrella y sea titular indiscutible.
Se habló con diversos equipos, como el Deportivo de La Coruña, equipo que lo descartó por las condiciones económicas, aunque creemos que si realmente lo descartó fue porque la secretaría técnica no conocía al jugador en aquel momento, pues en los último años el mercado sudamericano del Deportivo es el uruguayo (Munúa, Taborda, Manteca Martínez, Abreu, Pandiani, Estoyanoff),sin entender demasiado el porqué, o mejor dicho, debido a los favores y entesijos Lendoiro-Paco Casal , y lo mismo ocurrió con otros conjuntos de nivel medio europeos hasta que fichó, quizás equivocadamente, por el Oporto. Decimos equivocadamente, porque si bien el Oporto era en aquel momento campeón de Europa, era un equipo en construcción, pues se marchó José Mourinho, y con él, multitud de sus estrellas: Derlei, Carlos Alberto, Ricardo Carvalho, Paulo Ferreira, Deco, Alenitchev, Pedro Mendes…por lo tanto, entendemos que tal vez no era el mejor lugar para recalar, pues siempre es complicado jugar en un equipo totalmente nuevo, con jugadores que no se conocen, y además en una liga, que aunque no lo parezca es realmente dura en el aspecto físico. Pero esto es lo que ocurre cuando se juega con fuego y uno se va quedando sin opciones para salir de Brasil. Suponemos que Djair Ribas, padre del excelente jugador, habrá aprendido la lección y tal y como ya ha salido publicado en varios medios, renovará con el Werder. Además, nos atrevemos a pronosticar, que Diego acabará firmando por el Bayern de Munich el próximo verano, como siga con su trayectoria ascendente…a imagen y semejanza de Klose. De todos modos, vamos a ver que pasa…
Cheers,
J&F
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