BARCELONA-MADRID-VALENCIA

Este artículo va dirigido principalmente a todos aquellos lectores apasionados por el deporte, tanto españoles como de fuera del estado español, para poner de manifiesto las peculiaridades de la política deportiva española.

Es obvio que a nivel futbolístico sería fácil escribir este artículo. Como muchos de vosotros sabéis, España cuenta con dos grandes equipos que son el Barça y el Madrid, y luego un bloque de tres o cuatro equipos que históricamente han intentando estar al nivel de los dos primeros pero que siempre han fracasado en el intento, uno de ellos es el Valencia. En este punto destacar que el Madrid, ha sido claro dominador del panorama nacional e internacional en el futbol español, no exento de polémica política, puesto que en determinados momentos de la historia futbolística española, y concretamente en la etapa del régimen franquista, el Madrid contó con ayudas que le permitieron, entre otras, arrebatarle el fichaje de Di Estafano al FC Barcelona. De todos modos, y muy a pesar de los culés, el Madrid siempre ha tenido un carácter ganador indiscutible y muy por encima del Barça, que ha necesitado siempre dar un 120% para conseguir sus títulos, eso si, su masa social es muy fiel y muy entendida (aunque algo aburrida!). Para el público americano, podríamos decir que por motivios histórico-deportivos el Real Madrid se asemejaría a los NY Yankees y el Barça a los Boston Red Sox.

Pero el artículo quería destacar los aspectos deportivas de las ciudades en si. Cómo el deporte puede ser un escaparate inigualable de promoción para las ciudades. En este sentido, Madrid siempre fue a remolque de Barcelona, que históricamente ha sido la ciudad puntera y pionera en todos los deportes en el estado español. prueba de ello es que la región Catalana cuenta en la actualidad con una mayor proporción de licencias deportivas en casi todos los deportes, y estas a su vez son mayoritarias en deportes considerados como minoritarios; y a su vez a sido la introductora de deportes como el baloncesto, Balomano, Waterpolo, etc… en e territorio español.

Madrid, siempre focalizada en el fútbol, nunca pensó en el deporte como promoción de su propia identidad, ya que con el Real Madrid y el Franquismo tuvo suficiente. Por el contrario Barcelona, decidió apostar claramente por una multitud de disciplinas deportivas y eventos relacionados con el deporte, ya no sólo para potenciar la ciudad, sino como necesidad propia de la sociedad catalana, que reclamaba ese necesidad deportiva y cultural. Prueba de ello son la creación del Conde Godó en Tenis, la prueba de Formula Uno en Montjuïc (un ciurcuito urbano espectacular) y que a la postre supuso la creación del Circuito de Catalunya, la Maratón de Barcelona, las pruebas náuticas internacionales, los eventos hípicos, Copa Davis, etc.

Todo esto tuvo su clímax internacional con la concesión de los juegos olímpicos en 1992. La verdad es que al principio parecía una utopía, el sueño de unos locos aventureros (encabezados por el entonces alcalde de la ciudad Don Narcis Serra), y con muy poco reclamo y atención a nivel estatal. Pero la consecución de la nominación y las posteriores olimpiadas colocaron a Barcelona y a España en el mapamundi. Sirvieron para modernizar la ciudad, dotarla de infraestructuras y servicios desconocidos por aquel entonces (solo destacar negativamente el echo de que el AVE o tren de alta velocidad tardase hasta el año 2008 en llegar desde Madrid a Barcelona). La ciudad entró en una espiral positiva inigualable y alcanzó cotas de popularidad a nivel deportivo de alto calado, acompañado también por un buen momento del FC Barcelona con el Dream Team de Johan Cruyiff. Aún parece que Barcelona vive de esos grandes recuerdos!

Sin embargo, los nuevos responsables políticos y culturales de la ciudad condal determinaron que el deporte ya no era importante y desoyeron la sensibilidad ciudadana en ese sentido (no se entiende como decidieron, por ejemplo, no apostar por el Red Bull Air Racing cuando congregó a casi 200.000 personas en las playas de Barcelona!). Y ahí es cuando aparece Valencia como ciudad de regencia en el estado español en materia deportiva. Aunque también debemos destacar que Madrid también optó por utilizar el modelo catalán de años atrás. Ambas ciudades con gobiernos del PP apostaron fuertemente por el deporte como medio de potenciar sus respectivas ciudades y promocionar su imagen al exterior.

Madrid consiguió arrebatar a Barcelona su condición de ciudad del tenis por excelencia y es actualmente sede de un Masters Series. A su vez, participa activamente en la promoción y esponsorización de eventos deportivos y busca estar siempre en primera línea, prueba de ello es su insistencia en ser ciudad olímpica. Aunque entendemos que se equivocaron al concursar para el año 2016, opinamos que después de Londres 2012 será difícil que repita Europa.

Finalmente, el ejemplo más claro de que el deporte y la cultura son fundamentales para la vitalidad y crecimiento de una ciudad lo encontramos en Valencia. Un buen día, el gobierno valenciano entendió que para quitarle protagonismo a Barcelona (su gran competidora en el arco mediterráneo) debía apostar fuertemente por la cultura y el deporte. Para ello, engendraron el proyecto de la Ciudad de las Artes (un bello complejo diseñado por el prestigioso arquitecto Santiago Calatrava) que dotó a la ciudad de un espacio cultural de primer nivel. Asimismo, potenció su red de eventos deportivos con la creación de diversos circuitos de motos, inyectando dinero público en el fútbol y el baloncesto valenciano (ya fuere directa o indirectamente), potenció sus instalaciones tenísticas y dotó a la ciudad de un evento internacional femenino de primer orden; y aprovecho brillantemente la consecución del Allinghi de la Copa America para ser la sede de este destacado evento deportivo pasando claramente la mano por delante a la ciudad y políticos de Barcelona.

Del mismo modo, destacable, el logro de Valencia como sede del gran premio de Europa de Formula Uno. Esto ha supuesto para Valencia un crecimiento interno como ciudad, pero sobre todo a nivel internacional, olvidándonos de Valencia como una ciudad provinciana, para ser una urbe de referencia en el sur de Europa.

Cheers,

J&F