Como dijimos en uno de nuestros primeros artículos desde SaqueNeutral haremos referencia a determinados eventos deportivos importantes que se celebren a lo largo del año y que no tengan relación directa con el fútbol, pero si con la pasión hacia el deporte en general, y muy en especial, en esta ocasión, con el honor y el Fair Play en el deporte.
El próximo sábado se celebrará una de las semifinales del mundial de rugby que se está disputando en Francia. Se enfrentarán, contra todo pronóstico, las selecciones de Francia e Inglaterra (potencias tradicionales en este deporte). Décimos que contra todo pronostico, ya que por un lado Francia tuvo una inesperada derrota en el primer partido contra Argentina y eso suposo en primer lugar un drama nacional, y en segundo lugar hizo que se tuvieran que ver las caras contra los potentes All Blacks en cuartos de final; y por otro lado, la vieja Inglaterra, que fue barrida en la primera fase por Sudáfrica (36-0), y que no daba muchas garantias de voctoria contra un muy buen equipo australiano.
Pero los pronósticos, como se suele decir, están para romperse y los dos equipos completaron auténticos partidazos cosechando sendas victorias, aunque quizás la de Francia fue la más inesperada y sorprendente, por su pésimo planteamiento inicial, y por el pobre bagaje hasta ese momento. Además, Inglaterra siempre podrá aferrarse al efecto Wilko!. También nos gustaría destacar, a modo de anécdota, que los franceses tuvieron ciertas ayudas arbitrales, curiosamente de un árbitro inglés, que quizás prefería al equipo galo como rival de su selección.
Lo cierto es que esta semifinal presenta dos equipos muy diferentes, uno, el galo, con muy buenos jugadores en todas sus líneas y, el otro, el inglés, que tiene un jugador sobresaliente, siendo los restantes jugadores complentarios del mencionado Jonny Wilkinson. Así por ejemplo, Josh Lewsey, el tercera línea Lawrence Dallagalio, los ¾ Jason Robinson o Paul Henry Sackey, son buenos jugadores pero dependen del genial apertura del Newcastell. Wilko es posiblemente la gran estrella del rugby mundial, es un jugador que no sólo anota con sus formidables drops o golpes de transformación, sino que es mucho más –si esto ya no fuera poco-, pues lucha como el que más, va siempre contra el rival, intentando placarle -quizás por ir tan al límite se haya visto envuelto en tantas lesiones durante estos últimos 4 años-, y evidentemente es un líder que en todo momento tiene el control de lo que ocurre en el campo, con una gran visión del juego, que por ejemplo puso de manifiesto en un partido contra Tonga durante este mundial, cuando dio un pase milimétrico con el pie al ¾ Sackey, que se encontraba en la otra punta del campo, para que éste pudiese anotar el ensayo. Veremos si Jonny Wilkinson es suficiente para doblegar al 15 del gallo, que tras su sorprendente victoria contra Nueva Zelanda vienen con la moral por las nubes y muy confiados de sus posibilidades.
La verdad es que el equipo de Bernard Laporte no tiene una superestrella como Wilkinson, pero sí que sus jugadores dan miedo en todas sus líneas: el talonador Rafael Ibáñez, el 2ª línea Fabien Pelous, los 3ª línea Serge Betsen o Imanol Harinodoquy, el melé Jean Baptiste Elissalde, los aperturas Frederic Michalak o David Skrela, o los ¾ Juazion o el ya clásico Christophe Dominici, son sólo algunos ejemplos de este gran bloque, en el que sobresale por su carácter, físico o mentalidad ganadora, Sebastien Chabal, un 2ª línea, que es una autentica bestia de la naturaleza y que su presencia en el equipo galo es fundamental, sobre todo cuando el equipo pasa por dificultades durante el partido, tal y como quedó demostrado en el partido contra los Neocelandeses.
Veremos el sábado si el gran bloque francés es suficiente -creemos que sí- para parar a una auténtica máquina anotadora que es Wilkinson, y a partir de ahí, esperar rival, posiblemente Sudáfrica, que si no pasa nada extraño ganará a Argentina, que está realizando un mundial excepcional, con una gran defensa y un juego ofensivo basado en las patadas a seguir, buscando el fallo de los zagueros rivales, como ocurrió en el partido de cuartos de final, en el que un error del escocés Lamont propició un ensayo para los pumas. No obstante, consideramos que esto no va a ser suficiente para doblegar a la potente Sudáfrica, con lo que o mucho nos equivocamos, nos espera una final Francia-Sudáfrica. El domingo la respuesta.
PD: Por desgracia, nuestras apuestas iniciales, la sentimental: Escocia, y la lógica: Nueva Zelanda, han caído en el camino. Esperamos que tengan más suerte en el futuro! Y por cierto, que gran papel de Fiji!
El próximo sábado se celebrará una de las semifinales del mundial de rugby que se está disputando en Francia. Se enfrentarán, contra todo pronóstico, las selecciones de Francia e Inglaterra (potencias tradicionales en este deporte). Décimos que contra todo pronostico, ya que por un lado Francia tuvo una inesperada derrota en el primer partido contra Argentina y eso suposo en primer lugar un drama nacional, y en segundo lugar hizo que se tuvieran que ver las caras contra los potentes All Blacks en cuartos de final; y por otro lado, la vieja Inglaterra, que fue barrida en la primera fase por Sudáfrica (36-0), y que no daba muchas garantias de voctoria contra un muy buen equipo australiano.
Pero los pronósticos, como se suele decir, están para romperse y los dos equipos completaron auténticos partidazos cosechando sendas victorias, aunque quizás la de Francia fue la más inesperada y sorprendente, por su pésimo planteamiento inicial, y por el pobre bagaje hasta ese momento. Además, Inglaterra siempre podrá aferrarse al efecto Wilko!. También nos gustaría destacar, a modo de anécdota, que los franceses tuvieron ciertas ayudas arbitrales, curiosamente de un árbitro inglés, que quizás prefería al equipo galo como rival de su selección.
Lo cierto es que esta semifinal presenta dos equipos muy diferentes, uno, el galo, con muy buenos jugadores en todas sus líneas y, el otro, el inglés, que tiene un jugador sobresaliente, siendo los restantes jugadores complentarios del mencionado Jonny Wilkinson. Así por ejemplo, Josh Lewsey, el tercera línea Lawrence Dallagalio, los ¾ Jason Robinson o Paul Henry Sackey, son buenos jugadores pero dependen del genial apertura del Newcastell. Wilko es posiblemente la gran estrella del rugby mundial, es un jugador que no sólo anota con sus formidables drops o golpes de transformación, sino que es mucho más –si esto ya no fuera poco-, pues lucha como el que más, va siempre contra el rival, intentando placarle -quizás por ir tan al límite se haya visto envuelto en tantas lesiones durante estos últimos 4 años-, y evidentemente es un líder que en todo momento tiene el control de lo que ocurre en el campo, con una gran visión del juego, que por ejemplo puso de manifiesto en un partido contra Tonga durante este mundial, cuando dio un pase milimétrico con el pie al ¾ Sackey, que se encontraba en la otra punta del campo, para que éste pudiese anotar el ensayo. Veremos si Jonny Wilkinson es suficiente para doblegar al 15 del gallo, que tras su sorprendente victoria contra Nueva Zelanda vienen con la moral por las nubes y muy confiados de sus posibilidades.
La verdad es que el equipo de Bernard Laporte no tiene una superestrella como Wilkinson, pero sí que sus jugadores dan miedo en todas sus líneas: el talonador Rafael Ibáñez, el 2ª línea Fabien Pelous, los 3ª línea Serge Betsen o Imanol Harinodoquy, el melé Jean Baptiste Elissalde, los aperturas Frederic Michalak o David Skrela, o los ¾ Juazion o el ya clásico Christophe Dominici, son sólo algunos ejemplos de este gran bloque, en el que sobresale por su carácter, físico o mentalidad ganadora, Sebastien Chabal, un 2ª línea, que es una autentica bestia de la naturaleza y que su presencia en el equipo galo es fundamental, sobre todo cuando el equipo pasa por dificultades durante el partido, tal y como quedó demostrado en el partido contra los Neocelandeses.
Veremos el sábado si el gran bloque francés es suficiente -creemos que sí- para parar a una auténtica máquina anotadora que es Wilkinson, y a partir de ahí, esperar rival, posiblemente Sudáfrica, que si no pasa nada extraño ganará a Argentina, que está realizando un mundial excepcional, con una gran defensa y un juego ofensivo basado en las patadas a seguir, buscando el fallo de los zagueros rivales, como ocurrió en el partido de cuartos de final, en el que un error del escocés Lamont propició un ensayo para los pumas. No obstante, consideramos que esto no va a ser suficiente para doblegar a la potente Sudáfrica, con lo que o mucho nos equivocamos, nos espera una final Francia-Sudáfrica. El domingo la respuesta.
PD: Por desgracia, nuestras apuestas iniciales, la sentimental: Escocia, y la lógica: Nueva Zelanda, han caído en el camino. Esperamos que tengan más suerte en el futuro! Y por cierto, que gran papel de Fiji!
Cheers,
J&F
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